Según informes de inteligencia de la Policía Nacional revelados por el Noticiero CM&, hay indicios de que los más recientes casos de crímenes contra aspirantes a las diferentes corporaciones públicas no están vinculados con el acciones de grupos armados como el ELN y las disidencias de las nuevas FARC, sino con disputas políticas entre campañas.
Esta hipótesis responde específicamente a los asesinatos de Orley García, candidato a la Alcaldía de Toledo (Antioquia) y de Bernardo Betancourt, candidato a la Alcaldía de Tibú (Norte de Santander), cuya investigación fue priorizada por las autoridades y que, según los informes de Inteligencia, estarían relacionados con intereses de aspirantes a estos cargos.
En el caso del magnicidio de Betancourt, el informe revela que varios competidores políticos habrían contratado a disidencias armadas para acabar con la vida del candidato conservador que aspiraba a la reelección.
Según el General Jorge Vargas, Director de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, ante la oleada de crímenes contra políticos, que incluye amenazas de muerte y el secuestro de dos candidatos, se priorizaron varias zonas del país donde se llevan a cabo reuniones con los partidos políticos a fin de analizar riesgos en el territorio y reforzar los esquemas de seguridad.
“La Policía está articulada con las Fuerzas Militares para garantizar medidas de protección y acciones directas en favor de los aspirantes. Nos reunimos con los candidatos en los lugares en los que se requiera y ahondamos en la investigación criminal”, dijo el General Vargas al informativo.
Los estamentos de protección ciudadana han priorizado las zonas de Catatumbo, Bajo Cauca, el suroccidente colombiano y las fronteras para adelantar acciones que garanticen la contienda electoral y los comicios del próximo 27 de octubre.