El pasado martes 21 de febrero, la exesposa del Presidente Gustavo Petro, fue víctima de un atentado mientras se movilizaba en una de las vías de Magdalena, camino hacia Cartagena. El vehículo en el que iba la mujer fue impactado por una serie de disparos después de cruzar el río hacia Bolívar.
Mary Luz Herrán, en entrevista con UNIMINUTO Radio, habló acerca del atentado que sufrió la semana pasada y de la situación actual que están viviendo los colombianos al interior de diferentes sectores rurales del país. Esto nos comentó:
Cuéntanos qué pasó, ¿Cómo fueron los hechos?
Bueno, yo soy la coordinadora nacional de la Red de Nodos de Colombia Profunda en la Colombia Humana y estoy permanentemente visitando los territorios, sobre todo llevando el mensaje de Colombia Humana; qué es Colombia Humana, cómo debemos organizarnos y ante todo, diciéndole al pueblo colombiano que nos apoyó, que hoy son parte del gobierno y que lo necesitamos constantemente.
El sábado de la semana pasada asesinaron al compañero Milton Rocha en San Sebastián, al sur del Magdalena. Como decía Milton, ya había ido dos veces a la región, por lo que una gran cantidad de campesinos se encuentran muy bien organizados. Ello, fue un trabajo que hicieron entre el propio Milton y el compañero
Nelson Ernesto, miembro nuestro también de Colombia Humana y coordinador de Colombia Profunda a nivel departamental en Magdalena.
Así pues, antes de asesinar a Milton, habían llamado a un teléfono que tengo público en nuestra fan page; un compañero nuestro puso su número y ahí llamaron a decir que yo “me tenía que ir de los territorios”, que no volviera. Casi como diciendo “Mary Luz, no joda más en los territorios”.
Aquel día mataron a Milton y el miércoles realizaron el atentado regresando del sepelio. Considero que cometí el error de quedarme allá en el municipio; pero me quedé por la razón de que sencillamente no iba a salir corriendo del territorio.
Además, allá estaba el compañero Nelson y quería acompañarlo. Allí se encontraba gente de la comunidad y gente de Colombia Humana, por lo que me pareció correcto que me viesen, apoyar. Finalmente, al otro día salimos cerca de las 10:30am.
Un compañero me hizo el favor de irse conmigo en su vehículo; cabe aclarar, yo no tengo vehículo blindado ni de ningún tipo. Su vehículo era una camioneta blindada; él y su escolta estaban bastante asustados por lo que había acontecido, sin embargo, no consideré que tuviéramos que salir corriendo.
Iban a hacer la seis de la tarde y hasta esa hora el planchón nos pasaba de un lado a otro en el río del Brazo, el río Mompos. Allí, son territorios alejados, a donde quieras ir, debes buscar la forma de poder llegar, así que al día siguiente nos acompañó la policía en una patrulla que nos recogió pasando el planchón en el río desde Mompos.
Luego nos recogió otra patrulla que nos llevó hasta casi límites con Bolívar. Cuando nos dejó la patrulla, como a 10 o 15 kilómetros fue que nos atacaron, dispararon contra el vehículo.
¿Aquel vehículo era el vehículo de protección de su compañero, de su amigo?
De un amigo, sí. Un compañero. Él estaba solamente con su conductor; no había más personas, estábamos los tres. Se escuchó un fuerte estruendo, nos asustamos mucho. El conductor siguió derecho al muchacho, no se puso a parar; básicamente porque el primer disparo disparo fue directo al panorámico donde está el conductor.
Supongo que querían reducir al conductor o matarlo para luego bajarnos a nosotros o bajarme a mí. No sé qué iban a hacer. No sé qué pretendían hacer, si matarnos ahí o desaparecernos, cargarnos, no sé, no sé.
¿Cree que este atentado, en virtud de que la camioneta no es la de su protección, iba específicamente contra usted o contra su compañero?
No, no iba contra él. De hecho fue él quien me dijo en el cementerio que había gente armada y teníamos que irnos. Yo le dije no, “no nos vamos a ir”, le contesté.
Además, el jamás planeó la ida a San Sebastián, todo se dice “de una noche a la otra”; aquella misma mañana fue que se le pidió el favor al compañero que se fuera conmigo. Él no llevaba nada, ni ropa ni nada, pretendía que saliéramos máximo a las siete de la noche, ese mismo día. Yo fui quien desafortunadamente le dijo que nos quedáramos; aunque bueno, no nos pasó nada por fortuna.
¿Sospecha de algún tipo de grupo que pudiese estar detrás de esto?
Llevo dos años recorriendo el país, visitando todos los territorios de Colombia. Bueno, -me hace falta- voy a ir prontamente a Arauca; me hace falta ir también a Putumayo. He recorrido el resto del país y en lo que me he fijado, he observado que nosotros tenemos un momento en el que históricamente hemos vivido en guerra permanentemente; sin embargo, siempre hay momentos en que -por alguna razón- la situación se pone más difícil.
Y con esto, nos podemos remitir un poco a cuando se ordenó la detención de Álvaro Uribe, ¿Recuerdan? Creo que esto fue el 4 de agosto del 2021. A partir de allá, recuerdo que a la semana siguiente ocurrió la muerte de los niños en Llano Verde, cerca a Cali, allá en el Valle del Cauca.
De allá para acá se resaltaron una cantidad de asesinatos contra líderes, lideresas y dirigentes políticos. Es más, también nos asesinaron a un compañero de apellido Olmedo, Enrique Olmedo, allá en el Valle del Cauca. Nos vinieron matando, no sé si selectivamente, para seguir sembrando terror.
Así pues, de allá para acá, eso se ha recrudecido. Ahora, con la llegada de Gustavo Petro al gobierno, nosotros como partido de gobierno estamos siendo perseguidos, amenazados. Ayer, por ejemplo, me enteré que un joven de solo 26 años por liderar el proceso de Colombia Humana fue amenazado en Bosconia.
En Ocaña, yo tengo un líder también, él también fue amenazado y por esta razón tuvo que irse durante un tiempo; lo amenazaron en noviembre. En suma, quisiera que el Gobierno Nacional, que es nuestro gobierno, dé cuenta de que en los territorios están persiguiendo, amenazando y matando a los líderes y lideresas, no solo sociales, sino también de Colombia Humana.
Es importante recordar que el 29 de octubre está el proceso electoral; y en el proceso electoral nosotros necesitamos romper esa relación que hay en los territorios frente a la corrupción y la politiquería. Aquí todavía tienen poder los que siempre nos han mal gobernado, los que siempre nos robaron, los corruptos, los que han matado a nuestros dirigentes. Ellos siguen gobernando los territorios.
El mensaje a los territorios es hay que romper ese lazo que nos une todavía con esas personas que siempre han hecho lo que han querido con el pueblo colombiano. Ese es el mensaje que más molestia debe estar causando en esos territorios.
Ya se está viendo, por ejemplo, -disculpe que me tome mucho la palabra-, con la junta de Acción Comunal. La junta de Acción Comunal son la base de la organización social, sin embargo, están siendo un foco de corrupción en aproximadamente un 95% de ellas, por no decir más. Estas juntas han servido o han sido utilizadas y engañadas por los politiqueros; ellos van con un rostro de angelitos, de buenas personas, buena gente, y lo que hacen es robarlos a través de las propuestas o proyectos que presenten con la alcaldía y su financiación.
Ya tenemos alcaldías, -ahorita que estuve en este recorrido en el que sufrí el atentado- que han venido diciendo a la Junta de Acción Comunal: “A usted lo registramos, pero nos deben dar el 50% del dinero que le llegue el gobierno nacional”. O sea, conmigo han hablado los propios presidentes de las juntas, ellos nos dicen: “Compañeras, ¿Cómo nos registramos si nos están diciendo que les entreguemos los proyectos que el gobierno nacional va a contratar con nosotros?
En Córdoba, por ejemplo, están creando juntas de acción comunal fantasmas. No existen y le están diciendo al Gobierno Nacional: “Aquí estamos nosotros para los proyectos”, y resulta que simplemente es una mentira, se van a robar la plata. Eso es una alarma, una alerta que tenemos que preocuparnos por lo que está pasando en el territorio. No podemos permitir que ellos sigan gobernando y robando al pueblo, eso es lo que molesta.
Yo creo que son las clases políticas, dirigentes y grupos armados, paramilitares, los que están atentando contra nosotros.
Todo esto me hace recordar la expresión “homicidio colectivo”, que fue de alguna manera un término de tipo eufemístico para ocultar las masacres que se vivieron en su momento. Eran masacres, no era otra manera. No hay otra palabra para decir lo que sucedió en esos días.
¿Entonces, a pesar de la llegada del nuevo gobierno se sigue presentando este tipo de eventos, aún con los nuevos vientos de la nueva “paz total” que el gobierno actual promueve?
Sí se están presentando. Lo que pasa es que, por ejemplo, estuve en una reunión en Guapi en noviembre del año pasado; me dirigí con con mi coordinadora en la Región Pacífico. Yo dije: “bueno, cuénteme”, pues estaban hablando -entre muchas cosas- cómo debido a la seguridad, el 86% votó por Gustavo Petro. Dije: “Cómo está aquí la seguridad?” La gente se miraba entre sí, no era capaz de hablar y decirme qué era lo que estaba pasando. Alguien dijo “lo que pasa es que aquí están los actores armados dentro del pueblo, ellos no nos permiten hablar o no nos permiten decir cosas”.
El día que Gustavo Petro se posesionó mataron a tres personas en Guapi, gente que estaba de acuerdo con el Gobierno actual. Y tengo que decir una cosa, yo fui guerrillera, yo fui del M-19, una cosa muy dolorosa que yo rechazo rotundamente. Porque actualmente, actores armados de la guerrilla están amenazando también a nuestros campesinos y dirigentes en el territorio. Entonces yo me pregunto: “Cómo carajos? O sea, nosotros los invitamos”. Hoy el mensaje es que ellos, los actores armados de derecha, de izquierda, de cómo se quieran llamar guerrilla, paramilitares, gallos, etc. Hoy necesitamos que las personas que tienen el poder a través de las armas dialoguen con el gobierno nacional ya que es actor.
Son un pueblo sumido en la pobreza y en el dolor por los miles de desaparecidos y asesinados. El mensaje a las guerrillas es: “dialoguemos, sentémonos a dialogar para poder sacar también de los territorios a los corruptos a través de las urnas”, que con las mejores propuestas, en donde una paz total sea posible para la gente.
Lleguemos a un acuerdo en el que no sigan asesinando y así se ocupe nuevos territorios para que la gente, -los 8 millones de colombianos que perdieron su tierra porque lo despojaron- puedan regresar a sembrar, a trabajar para el crecimiento, el desarrollo de nuestro país. El mensaje es para todos, sentémonos, dialoguemos, pero ante todo necesitamos la garantía hoy de que no nos sigan matando en el territorio.
Nos están matando y yo me niego. Mi hija Andrea se peleó conmigo porque dijo que me iban a matar y tenía que salir del territorio. Yo no me puedo ir, la gente me está esperando en varios municipios; tengo la agenda y la voy a cumplir.
Nosotros tenemos que seguir sembrando conciencia colectiva en las personas y sobre todo que sientan que como gobierno nacional ellos hoy forman parte de este cambio; que necesitamos de ellos para que sea una realidad que el pueblo colombiano se sume.
¿Qué dice el Ministro de Defensa? ¿Qué dice la Unidad Nacional de Protección frente a el episodio que viviste?
Ayer me llamó el compañero Augusto Rodríguez, del director de una ONG. Ya le había dicho el año pasado: “Augusto, necesito algo de seguridad. Hasta el día que me maten es que ustedes van a reaccionar”. Así pues, me dijo: “vamos a mirar y a estudiar la situación”. Bueno, pues estoy esperando que la miren, que la estudien, pero no me voy a quedar encerrado en casa,
¿Ha hablado con el presidente frente al tema?
Él está enterado. Pero mira tú lo que pasó ayer con con sus ministros, lo que ocurrió. Él tiene un país al que debe gobernar y nosotros como líderes o dirigentes en la Colombia humana, tenemos que hacer las cosas y tenemos que salir adelante también de los medios. Para eso es que Gustavo nombró unas personas. Ellos están pendientes, ya me ofrecieron su apoyo. Cuando me desplace a los territorios ellos me van a ayudar. Pero una cosa es Mary Luz Herrán, que puede despertar la atención de los medios de comunicación y otra cosa nuestra gente que tiene miedo de salir y hacer el proceso.
Algo está pasando y nosotros no podemos dejar el territorio solo en manos de aquellos que quieren seguir haciendo lo que les de la gana. El territorio está siendo violentado y necesitamos protegerlo también.
¿Por qué este es un fenómeno que pasa a cualquier línea? No importa quién esté en el poder, siguen atacando a los líderes sociales.
¿Sabes por qué? Porque nosotros antes estábamos en contra de los malos gobiernos, de aquellos que despojaron. Y hoy estamos a favor de nuestro gobierno; y aquellos que despojaron, engañaron y mataron, siguen gobernando en esos territorios. No tienen ninguna intención de “soltar la cuchara” que los está alimentando.
Por eso es que hoy en día desde la oposición, nos están matando y amenazando.
Escuche la entrevista completa de Mary Luz Herrán para UNIMINUTO Radio, aquí.