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¿Qué tan buena es la calidad de vida de un caficultor?

Análisis, entrevista y conclusión alrededor de la vida cotidiana del campesino dedicado a la siembra del café en el Huila.

https://www.facebook.com/noticiasalsur1/videos/1515219648624041/

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Johan Eduardo ROJAS LOPEZ
Redaccción Uniminuto Radio Neiva

El municipio de Gigante está ubicado en el centro del departamento del Huila, exactamente a 84 kms de Neiva. Se le conoce como la ‘capital cacaotera’, pero el producto que más se produce allí es el café. Por esta razón quiero analizar la calidad de vida del caficultor, así que hablamos con algunos cafeteros de la zona sobre la vida cotidiana del campesino.
Arley Aros es técnico agrícola, nació en Gigante en el corregimiento de Potrerillos. Siempre ha sido de ascendencia cafetera pues sus papás y abuelo también se han dedicado al café, con una finca que tienen en la vereda Guadalupe en donde se criaron y aprendieron el manejo del de este producto.
Así mismo Arley hace parte de una cooperativa y nos explicó lo siguiente: “El trabajo que desarrollamos en la unidad técnica de la cooperativa es salir todos los días a campo para capacitar a nuestros asociados en diferentes temas que son muy importantes para que ellos cada día tengan una vida mejor. Nosotros nos encargamos de capacitar a los asociados en el manejo seguro de agroquímicos, utilización adecuada de equipos de protección, buenas prácticas agrícolas, utilización de productos prohibidos, fertilización, manejo adecuado de poscosecha y otros temas que se manejan para que los asociados estén en mejora continua”.
La finca de sus padres llamada El Carmen fue heredada por sus abuelos. Tiene aproximadamente 5 hectáreas con alrededor de 25.000 palos de café, actualmente sus padres todavía viven allí. Arley por su parte tiene otra finca en la misma vereda llamada La Esmeralda.
“Nosotros trabajamos con las marcas comerciales, con fertilizantes que se pueden comercializar de manera legal. En estos momentos estamos en una mala situación de la caficultura en Colombia por el tema de que la caficultura y la agricultura no son subsidiadas. Tenemos en estos momentos unos precios que no son los mejores, precio interno del café que es muy regular, con relación a los costos que tenemos hoy en día.
La limitante en estos momentos es la mano de obra que es costosa y también los insumos que no tienen ninguna clase de subsidios. Sería muy interesante que hubiera una agricultura en Colombia subsidiada, para que realmente el negocio y el agricultor fuera beneficiado y tuviera una calidad de vida adecuada.
La vida en este momento del caficultor no es fácil, es una vida difícil pero igual el café ha sido toda la vida de altibajos. El cafetero en estos momentos está golpeado, por productividad y por precio. Es incierto reconocer cuando vuelve la productividad buena, porque depende del clima y la productividad en otros países que tiene la capacidad de tener áreas considerables de café como es el caso de Brasil y Vietnam son los principales productores del mundo”.
También señala que: “Anteriormente el cafetero era muy tradicional en cuanto a variedades, por ejemplo tenían una que se llama caturra, otra llamada variedad común, y era lo único y que se veía en esa época; por eso tenían problemas de roya y que la gente las establecía con unas jornadas de siembra muy largas. Por eso la productividad era menor, las características del árbol no eran las mejores, la gente no tenía la cultura de fertilizar, no aplicaba ningún tipo de insecticidas, ni fungicida para controlar las enfermedades”.

Nuevas formas de trabajo
“A medida que ha ido pasando el tiempo se han ido implementando nuevas formas de trabajo, nuevas prácticas de poscosecha, lavado, fermentación y despulpado. Todo eso ha cambiado y ha sido para bien, porque hoy en día hay un sobreprecio para los cafés que se sacan de buena calidad. En estos momentos los caficultores que son asociados a cooperativas reciben unas primas por certificación de fincas, que los benefician enormemente”, afirma Aros.
El asociado asume un compromiso con la cooperativa y con su misma finca de mantener organizada toda la parte productiva, que sea una finca sostenible económica, social y ambientalmente. Anteriormente las jornadas eran más extensas porque la gente no miraba horarios, hoy en día la situación es diferente por la misma reglamentación que hay en el país.
“El caficultor que no esté asociado a una cooperativa va a estar en desventaja con los demás, porque por medio de las asociaciones o de los grupos de cafeteros que se forman dentro de una región es que se pueden canalizar mejor esos recursos. Los cafeteros que no pertenecen a ninguna asociación se les dificulta canalizar los recursos de una u otra manera en proyectos o en subsidios de vivienda, educación, salud y jornadas visuales”, aseveró Aros.
Quienes se vinculan a una cooperativa, cuando cumplen dos años de antigüedad, van a tener muchos beneficios por el hecho de pertenecer, puede postularse para mejoramiento de vivienda, tiene subsidios de educación para ellos o sus hijos, tiene acceso a jornadas de salud visual, tiene un subsidio para la gente que cuenta con régimen de salud contributivo, igualmente para los servicios fúnebres. Son diferentes beneficios, aparte de créditos, descuentos, intereses bajos, por supuesto dependiendo la cooperativa. Por los asociados estar vinculados a una cooperativa, tiene un aumento de precio alrededor $20.000 o $30.000 por carga por encima del que no lo está.
Arley Aros dio su punto de vista respecto a las cooperativas y esto fue lo que indicó: “La verdad no considero que haya nada de malo en pertenecer a una cooperativa. Solo tiene beneficios, lo único es que el asociado tiene que comprometerse con unas ventas de café al año, para poder mantener su habilidad. Debe tener unas ventas de café de acuerdo al área que tenga producción y también unas compras de insumos o fertilizantes dentro de la organización para que tenga una habilidad dentro de la cooperativa que sea consecutiva”.
La enfermedad limitante del café es la roya, esa es la que infortunadamente le ha dado duro a la caficultura colombiana. Ahora se ha contrarrestado con la siembra de variedades resistentes. En este momento eso ya no es problema pero la persona que tenga otro tipo de variedad está expuesta a ese problema. En cuanto a plagas está la broca. Esas son las dos limitantes más grandes del café. Existen otras que son secundarias, es decir menos limitantes que las anteriores como una enfermedad que se llama muerte descendente y en cuanto a plagas el minador de la hoja, la arañita roja.

Así se empieza
“Básicamente para usted establecer un cultivo de café lo primero que debe tener es una buena semilla, donde se recomienda que los semilleros los hagan dentro de sus mismas fincas, para tener la seguridad de que es material de buena calidad el que van a plantar. De ahí para delante van a tener problemas de enfermedades y plagas iniciando, que también se puede contrarrestar de manera preventiva y no esperar que estás lleguen, posteriormente control de malezas y fertilizaciones. Básicamente eso es lo que se maneja para que usted tenga un cultivo con una sanidad adecuada”, añadió Aros.
Fanny Zabala Vargas nació y vive en la vereda Santa Lucia a una hora del casco urbano. “Recuerdo mi niñez llena de inocencia, pureza, juegos naturales, todo era tan espontaneo, los cuentos, uno jugaba a la luz de una esperma por ejemplo”, afirma Zabala con una gran sonrisa en su cara.
Ahorita hay mucha contaminación y no me refiero solo natural, sino humana. La flora y la fauna se han deteriorado por la misma humanidad, por el hombre. Antes era muy sano, limpio y natural hoy en día está contaminado por maleza, corrupción, vicios y personas que llegan a la zona con cosas nuevas a trasformar al campesino y el campo.
La calidad de vida del caficultor “está vivible” pero no buena, no como uno quisiera que este. Las jornadas laborales anteriores eran más pesadas, se ganaba menos, pero la plata rendía más. Ahora se trabaja menos, se gana más, pero la plata no alcanza.
En la salud estamos mal todo el territorio. En la alimentación estamos bien ya que el campo da facilidad para cultivar. En la educación estamos bien, porque hay oportunidades de estudios, existe más facilidad ya que hay medios de trasporte y las carreteras están en mejores condiciones.
Las cooperativas si ayudan y compensan en algo la crisis que uno vive a diario. Llega ayuda, de alguna manera se pueden solventar. Si hay beneficios, en los bancos, en las cooperativas, corporaciones, si hay ayuda. No hago parte de una cooperativa, pero es lo que he escuchado en reuniones con otros cafeteros de la zona.
El caficultor debería tener un precio justo y fijo, porque en la recolección y producción del café se gasta mucho tiempo, plata y uno lo vende pero la plata no alcanza, pero nos toca porque no tenemos otras fuentes de salida.
La calidad de vida del caficultor es buena porque es un producto sano, se vende fuera del país a buen precio, tiene buen comercio, buena salida. Digamos que sí, pero no estoy muy convencida por los precios y es lo único que sabemos hacer para subsistir. Pero faltan muchas cosas, como la ayuda para el verdadero campesino, porque llegan muchas ayudas pero se quedan en el camino, entonces si directamente ayudaran al campesino, créame que uno viviría feliz, satisfecho y conforme con el café que está produciendo.

La mano femenina
Marleny Callejas es caficultura de la vereda Algarrobo, pero nació en el Tolima. Inicia contándonos un poco de su vida e infancia: “Mi niñez fue muy bonita, porque viví con mis padres en el campo, con las gallinas, los perros, etc. En ese entonces cultivábamos tomate, maíz y plátano. Juagábamos mucho con mis hermanos, mis padres nos enseñaron a ordeñar y trabajar, eso le agradecemos. Ahora es diferente porque yo cultivo café, panela, entonces son procesos distintos”.
También nos contó y definió para ella como cafetera cuales son el pro y el contra de ser un asociado: “Las cooperativas son muy buenas por una parte, pero por otra no. Por lo menos si usted lleva dos arrobas de café o muy poco ya no se lo compran, le dan un cheque que debe retirar usted mismo y allí está el problema, porque las chivas no esperan y se van a las 12:00 pm, entonces la mayoría de veces no alcanzamos a cambiar el cheque ya que el trasporte nos deja y se nos dificulta mucho, por eso acudimos en vender al comercio que paga en efectivo, menos pero enseguida. Lo bueno de estas cooperativas es que dan incentivos y pagan más”.
“Ahora estamos renovando café, para no seguir con las mismas problemáticas. Dependiendo los terrenos así mismo se cuida, por ejemplo en mi finca se usa abono compuesto. Los procedimientos de nuestro café no sirven para exportar. Eso es un proceso largo. Nosotros no tenemos acueducto de riego y se nos dificulta un poco lavar el café. Entonces nuestro café no clasifica para ser exportado porque no tenemos las mejores condiciones”, añade la cafetera Marleny.
Para puntualizar ella nos dice: “Nosotros contamos con las problemáticas de algunas carreteras en mal estado, pero en si el campo es lo mejor, todavía nos faltan muchas cosas pues estamos con las uñas haciendo todo, porque el gobierno no nos da todas las ayudas que deberían. El panorama del café en este momento está igual en todo lado pues este año también hemos contado con un tiempo de lluvias altas, entonces eso también ha afectado considerablemente la productividad y en el caso de gigante lo que viene del estado pues no funciona mucho.”
Susan Cabrera López, quien trabaja en una cooperativa nos indica cual es el proceso de este producto: “El productor trae el café seco de trilla o también verde, es mejor pago el café seco de trilla. El producto se recibe como café pergamino, se hace la trilla de 250 g de ahí se hace un análisis sensorial donde sacamos todos los defectos que tenga físicos y ahí se les resta el precio.”
“Cada día la calidad ha venido mejorando pero también cada día hay más parámetros de compra porque ahora el tema de tasa ya se evalúa dentro del análisis sensorial, se paga más, pero se exige más. Los parámetros de compra son por decir algo el café deben dar un factor 88 para que pueda obtener el máximo precio acá que es $770.000, pero también existen programas de cafés especiales, tenemos programa de café especial Premium que es el que tiene un precio hoy en día de $1.300.000, manejamos otro de café especial que ya tienen participación todos los socios y solamente tiene son $30.000 más por carga, también tenemos un programa que se llama café femenino y el precio está en $1.100.000”, afirma Susan
La diferencia entre la Cooperativa y otros compradores de este producto en el tema de café verde si están iguales de precios. Pero el café seco si es mejor pago. La cooperativa también tiene beneficios para sus asociados con el tema de salud, le subsidia el 50% de salud al año, tiene diferentes líneas de crédito, también tiene una línea de subsidio educativo para 20 hijos de asociados en la universidad durante toda su carrera.

El futuro del grano
También le preguntamos a Susan Cabrera que si el café en este momento es sostenible y esto fue lo que dijo: “Con el precio que hay en el momento en el mercado del café ya no es sostenible para los agricultores. Por eso es que los campesinos salen tantas veces a manifestaciones y paros, ellos piden el aumento del café, que el gobierno regulen esos precios, que el café no esté por debajo. Habían llegado a un acuerdo de $700.000 por carga, pero con el costo que tienen hoy los fertilizantes y la mano de obra que es la que encarece en si el producto, esto hace que el café no sea rentable para ellos”. Para finalizar aseguró que: “La cooperativa no tiene nada que ver con los paros, porque nosotros solo somos reguladores de un precio que hay en el mercado, pero no manejamos ni podemos variar el precio”.
Por otro lado hablamos con Héctor Rojas Poveda quien es un caficultor y trasportador nacido en gigante. Afirmó que: “La situación del café y del cafetero es muy compleja en este momento porque ya no hay obra de mano, anteriormente sobraba el personal para la recolección, para las labores que se realizaban, las limpias, fertilizar y demás. Pero en este momento la mayoría de las personas se han ido para las ciudades porque ven que en campo no hay futuro, entonces a raíz de todo eso la situación cafetera se complica”.
También nos dijo: “llevo toda la vida produciendo café, pues mi familia es netamente campesina, entonces yo he estado al tanto todo el tiempo de lo que son las labores agrícolas. La variedad castilla es la más recomendada por la cuestión de que a esa no la molesta la roya”. Se refirió también a los paros que constantemente hacen los agricultores, asegurando que: “Los cafeteros lo que hacen es manifestar su inconformidad porque los precios de café muchas veces son muy bajos, mientras que los fertilizantes, la obra de mano y demás son mucho más costosos. Entonces el gobierno no le para muchas bolas a lo que es la situación del campo no solamente en la caficultura sino en lo que es la labor agrícola en general y entonces esas son las inconformidades del campesino, los intereses altos, muchas veces las cosechas se dañan y no hay como pagar”
El proceso del café es el siguiente: se elige una semilla que sea certificada, se forma germinadores, después se hace el embolsado, luego la plantica o chapola se trasplanta a la bolsa y de ahí en adelante se tiene por ahí unos cuatro o cinco meses en la bolsa, posteriormente se trasplanta ya a lo que es el lote donde finalmente crece el árbol.
Para puntualizar aunque existen diferentes puntos de vista en cuanto al producto, en lo que sí coinciden todos es que la calidad de vida de caficultor no es la mejor, ni la que ellos esperan y uno de los medios para subsistir en este momento es siendo asociados de alguna cooperativa.

| Nota del editor *

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