Esta tradicional bebida llevaba 16 años en los primeros puestos de consumo en el país, a las cifras de dadas por la ACIL, se le suman las estadísticas encontradas por Nielsen que reflejan una disminución anual de 10,5% en el volumen de aguardiente en la canasta de las bebidas alcohólicas.
“El aguardiente sigue fuertemente afectado por las pérdidas de algunos fabricantes en todos sus tamaños, en parte por la llegada de nuevas marcas económicas de otras categorías como whisky”, aseguró la consultora.
El factor que mencionó Nielsen, en cuanto a la disminución del aguardiente se remonta a 1991, cuando el país abrió su economía y permitió el ingreso de brandy, whisky, ginebra, vodka, tequila y otros.
El gerente de la Empresa de Licores de Cundinamarca, Jorge Enrique Machuca, dijo que, “la globalización ha hecho que las multinacionales ataquen los mercados emergentes y marquen tendencias, no solo de consumo en bebidas alcohólicas, sino en temas como la tecnología”, y agregó que esta situación se está presentando en México y otros países, en donde los licores importados imponen nuevas líneas de consumo con una competencia de precios.
Esta dificultad no se ha sentido por igual en todas las licoreras de los departamentos en el país, la Fábrica de Licores de Antioquia, registró 8,2 millones de botellas vendidas en un año con corte a septiembre 2018, según dice ACIL, esas unidades fueron distribuidas en 23 departamentos y Antioquia es su principal destino con 4,2 botellas.
La Empresa de Licores de Cundinamarca, es la segunda registrada con mayores ventas, con 7,3 millones de botellas en 6 departamentos, a lo que Machuca resalta: “a pesar de que el consumo de aguardiente ha disminuido y que el sector en general está decreciendo, nosotros somos la licorera que menos ha decrecido en el mercado”.
La Industria de Licores del Valle vendió a septiembre 4,4 millones de botellas en tres departamentos, a esta la sigue la Industria Licorera de Caldas, con 2,2 millones de botellas vendidas en 20 departamentos y el resto del negocio de aguardiente lo completa la Industria Licorera del Cauca, la Industria de Licores de Boyacá, la Fábrica De Licores Del Tolima y Unidad de Licores del Meta, las cuales vendieron 1,5 millones; 685.703; 507.296, y 78.765 botellas, respectivamente.
Por su parte, las licoreras de Chocó, Caquetá, Huila y Nariño dejaron de producir el licor. A pesar del panorama desalentador, el gremio de las licoreras continúa en la lucha por recuperar el terreno que ha perdido el aguardiente, a causa de los licores importados.